Durante 2023 y 2024, se llevará a cabo en el museo la restauración de cuatro obras de la colección, como parte de un proyecto de restauración financiado por el programa Bank of America Art Conservation Project en 2023.
El proyecto contempla: el registro, estudio material y tratamientos de restauración profesional de cuatro pinturas de gran formato, que son parte de la exposición permanente del Museo Nacional de Historia. Estas obras son importantes por su vínculo con distintos momentos de la historia de México, así como por su calidad artística y simbólica.
Tres de ellas: El Bautizo de Ixtlilxóchitl de Texcoco, Batalla del 5 de mayo de 1862 y Batalla del 2 de abril de 1867, son pinturas al óleo sobre tela y presentan principalmente alteraciones en la capa superficial o barniz de protección, lo que se percibe como velos blanquecinos; asimismo, algunos retoques de color hechos en el pasado se han deteriorado con el tiempo y han cambiado de tonalidad, afectando así la apreciación de la imagen.
La cuarta obra, El Almacén, es un conjunto de 16 paneles con técnica al óleo sobre madera, que presentan deterioros como deformaciones, grietas y faltantes, debido a que la estructura y los materiales del soporte han sido vulnerables a las condiciones ambientales a lo largo del tiempo. La Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH (CNCPC), realizó el estudio y restauración de varios de los paneles y se intervendrán seis más para completar el trabajo de conservación y devolver la obra a la exhibición en sala.
Con la restauración se busca recuperar la estabilidad material de las obras y su integridad visual, de modo que el público del museo pueda conocerlas, estudiarlas y disfrutarlas, tanto en el presente como en los años por venir.
En la sección de videos podrás encontrar más información sobre el estudio y restauración de estas obras. También ponemos a disposición del público las cédulas que acompañan la resturación in situ de algunas de las pinturas.
Esta obra: El Bautizo de Ixtlilxóchitl de Texcoco, alguna vez fue conocida como El Bautizo de la nobleza tlaxcalteca o también El Bautizo de Cuauhtémoc –nombres que se le dieron en distintos momentos al no conocerse la identidad de cada uno de los personajes de la escena principal–. Se realizó alrededor de 1752 para la hoy desaparecida capilla de la Santa Cruz de los Talabarteros, que se hallaba a un lado de la Catedral de la Ciudad de México.
La pieza se atribuye al pintor José Vivar y Valderrama, autor de La humillación de Cortés, pintura de formato similar que está en esta misma sala. Estas, junto con dos obras más que se mantienen en resguardo en nuestro depósito: Consagración de los templos paganos y La aparición de la imagen de la Virgen de Guadalupe posiblemente son parte de una misma serie.
El Bautizo de Ixtlilxóchitl de Texcoco es una pintura al óleo sobre tela de gran formato. Fue restaurada en la década de los noventa y, en aquel momento, se adhirió una tela en el reverso para reforzar el soporte debilitado y se limpió el barniz oscurecido.
No obstante, en los últimos años se detectaron efectos de deterioro: fisuras, desprendimientos en las capas que conforman la pintura y resanes irregulares. También surgieron alteraciones en la capa superficial o barniz de protección, lo que se manifiesta en velos blanquecinos sobre la pintura; además, algunos retoques de color hechos en el pasado han presentado cambios de tonalidad, lo que afecta la apreciación general de la obra.
