El 15 de septiembre de 1906 Porfirio Díaz cumplió 76 años. Luego de su sexta reelección como presidente de la República ese año, el general Díaz comenzaba el que se creía debía ser su último periodo gubernamental. Los posibles sucesores de Díaz apenas eran murmurados: con voces bajas que no querían afrentar al viejo presidente ni violentar la paz política, se pronunciaban los nombres del general Bernardo Reyes, del ministro José Ives Limantour y del vicepresidente Ramón Corral. De los tres, era Bernardo Reyes quien se acercaba más a sustituir al anciano don Porfirio.